Las galletas Petit Écolier fueron creadas por Firmin Bouisset en 1897 para ilustrar los carteles de la marta Lu.
La receta pretende hacer un homenaje a estas tan conocidas galletas con las que hemos crecido la gran mayoría de nosotros.
A mi manera y modificándola un pelín os dejo con una receta fácil y muy agradecida para los niños de casa, y no tan niños...
Ingredientes
125 grs mantequilla a temperatura ambiente
100 grs azúcar glasé
1 huevo
320 grs harina
1 cta. canela
c/s chocolate negro del 60% (para fundir)
Preparación
Tamizamos la harina junto con la canela. Reservamos.
Ponemos la mantequilla en el bol de la batidora y la batimos hasta que esté cremosa.
Añadimos el azúcar glasé (tamizado) y batimos de nuevo hasta que se integre bien. No queremos aportar aire a la masa solo que se mezcle todo bien.
Añadimos el huevo y batimos a velocidad baja hasta integrar.
Sin dejar de batir a velocidad baja, vamos incorporando la mezcla de harina y canela a cucharadas, poco a poco. Al final la masa quedará un poco desmigada, así que si fuera necesario podemos añadir un poco de leche para ayudar a que se ligue. No pasarse con la leche o la masa os quedará demasiado pegajosa: es mejor poner muy poco y tener que añadir un poco más antes que pasarse.
Cuando esté lista (la masa se despega con facilidad), la sacamos del vaso y formamos una bola. La partimos por la mitad, ponemos una de las mitades entre dos hojas de papel vegetal y estiramos con ayuda de un rodillo, dejando un grosor de unos 2-3 mm. Colocamos sobre una bandeja de horno y llevamos a la nevera al menos 1 hora. Hacemos lo mismo con la otra mitad de masa. También podemos dejarla toda la noche, preparando la masa de un día para otro.
Con la masa bien fría, cortamos con ayuda de un cortador redondo o de la forma que queráis, y lo vamos colocando en una bandeja de horno sobre la que habremos colocado una hoja de papel de hornear. Cuando tengamos todas las formas cortadas, volvemos a llevar a la nevera de nuevo al menos otra hora (si la masa de galletas no está fría puede perder la forma al hornearse).
Precalentamos el horno a 180º, calor arriba y abajo sin ventilador.
Pasado el tiempo de enfriado, sacamos las galletas de la nevera y las horneamos durante unos 15 minutos, o hasta que los bordes comiencen a ponerse dorados. Una vez hechas, las sacamos del horno, las dejamos atemperar unos minutos sobre la bandeja (aún calientes estarán un poco blandas y si las intentamos manipular podrían romperse), y luego las pasamos a una rejilla para que enfríen completamente.
Ponemos las gotas de chocolate en un bol y lo derretimos calentándolo al microondas en intervalos de unos 30-40 segundos, removiendo cada vez para que no se nos queme.
Vertemos el chocolate derretido en los moldes de silicona, damos pequeños golpes para quitar las burbujas que se hayan formado, y dejamos enfriar.
Cuando el chocolate se haya solidificado por completo, desmoldamos con cuidado. Ponemos sobre la galleta unos puntos de chocolate derretido y pegamos el disco de chocolate sobre la galleta.
